Ecografía doppler hepática: revisión de la técnica, nomenclatura y hallazgos principales

Resumen

Objetivo docente Conocer los aspectos básicos de la ecografía doppler hepática. Describir las características de las ondas observadas. Comprender y utilizar el lenguaje estandarizado. Reconocer los hallazgos normales y patológicos más frecuentes. Revisión del tema La ecografía doppler permite realizar mediciones del flujo sanguíneo de forma cuantitativa y gráfica. Es importante conocer cuatro conceptos técnicos básicos (ángulo doppler, amplitud de la muestra, ganancia y “ensanchamiento” espectral) para su realización e interpretación. Reconocer la morfología de onda, describirla e interpretar su significado es clave. Conceptos como retrógrado, anterógrado, hepatóteto, hepatófugo, aceleración, fasicidad e índice de resisitividad (IR) deben ser interpretados correctamente debido a que, dependiendo de la localización del transductor y el vaso estudiado, pueden tener un significado clínico completamente distinto. En el estudio doppler la onda de la arteria hepática se caracteriza por ser pulsátil, monofásica y con un IR con valores entre 0,55 y 0,8. La morfología de onda de las venas suprahepáticas está condicionada por el latido cardíaco, siendo hepatófuga y en ciertos momentos hepatópeta (flujo retrógrado) y tri/tetrafásica según la fase del ciclo. El flujo portal es hepatóteto, tenuemente fásico y con una velocidad de entre 16 y 40 cm/s. Como hallazgos patológicos, nos podemos encontrar alteraciones de los valores, morfología de onda y del IR específicas de cada vaso. Conclusiones La ecografía doppler es fundamental en el estudio de la patología hepática. Su correcta realización, el conocimiento de la terminología y morfología de las ondas es claves para alcanzar el diagnóstico.