Fugas biliares: lo que el radiólogo debe saber

Resumen

1. Objetivo Docente: Conocer los principales mecanismos de daño al sistema biliar que puedan ocasionar fugas biliares, exponer las características en imagen que nos permiten reconocerlas, así como sus complicaciones y lo que podemos aportar como radiólogos para el correcto tratamiento de las mismas.   2. Revisión del tema: Las fugas biliares, tanto traumáticas como iatrogénicas, son raras, aunque la prevalencia ha ido en aumento de forma secundaria al tratamiento no quirúrgico de los traumatismos hepáticos y al aumento del número de cirugías hepatobiliares realizadas. Las pruebas de imagen son fundamentales para el diagnóstico de la fuga biliar puesto que los signos y síntomas son inespecíficos y  además la imagen resulta fundamental para valorar la extensión y servir de guía para el tratamiento. El diagnóstico radiológico específico de esta entidad va desde la colangiografía tras el tubo de Kehr, la colangiopancreatografía por RM hasta la colangiografía transhepática percutánea como método invasivo. La presencia de líquido peri o intrahepático en ecografía o tomografía computerizada tras un trauma o una cirugía hepatobiliar nos debe hacer sospechar de la existencia de una fuga biliar. La colangiopancreatografía por RM con contraste hepatobiliar permite localizar la fuga y la formación de bilioma y la presencia de fístula, además de proporcionar una valiosa información acerca de las variantes anatómicas de la vía biliar de cara a una posible cirugía. 3. Conclusiones: Para un correcto diagnóstico y eventual tratamiento de una fuga biliar es de ayuda un manejo multimodal y multidisciplinar.