Papel de la neurorradiología en el manejo de pacientes con infarto maligno de ACM.

Resumen

Objetivos Docentes
Analizar el papel de las técnicas de imagen en el manejo de pacientes con esta
patología.
Comparar la eficacia predictiva de infarto maligno de la RM-difusión y el estudio
volumétrico con TC.
Revisión del tema
El infarto maligno de ACM se define como un cuadro de hipertensión intracraneal secundario al edema parenquimatoso que sucede a un ictus isquémico en dicho territorio vascular.
Suponen el 10% de los ictus hemisféricos y es un cuadro muy grave dado que tiene una
mortalidad del 80%. La hemicraniectomía descompresiva es un tratamiento que ha
demostrado mejorar tanto la supervivencia como el pronóstico funcional. Una de las premisas para que este tratamiento sea efectivo es que se realice de una forma precoz, antes de que se produzca el deterioro clínico derivado de los síndromes de herniación cerebral. El papel de la radiología es fundamental ya que tenemos herramientas que han demostrado predecir qué pacientes van a desarrollar en pocas horas un edema maligno y por tanto son capaces de seleccionar a aquellos pacientes que se pueden beneficiar del tratamiento quirúrgico.
Analizamos el papel de la RM-difusión como gold standard y su comparación con el TC simple- perfusión, más rápido y accesible en el contexto del paciente neurocrítico.
Conclusiones
La neurorradiología tiene un papel fundamental en la indicación de tratamiento
quirúrgico de estos pacientes. El estudio del volumen de reserva intracraneal con TC es tal útil como la RM-difusión, siendo el primero más accesible y rápido en el contexto del paciente
agudo.