Seguimiento del injerto renal: ¿qué hay después del trasplante?

Resumen

Objetivo docente El objetivo principal consiste en proporcionar al residente las herramientas diagnósticas para la valoración inicial del trasplante renal y de su seguimiento, así como describir las claves para la detección de complicaciones a corto y a largo plazo. Revisión del tema En 2017 el número de trasplantes de órgano sólido realizados en España fue de 5.261, de los cuales 3.269 fueron renales, lo que supone del 62% de todos los trasplantes. Actualmente el trasplante renal constituye la terapia renal sustitutiva de elección ante la enfermedad renal terminal, debido a su mayor rentabilidad y calidad de vida del paciente posterior a la misma, frente a la hemodiálisis o la diálisis peritoneal, siempre y cuando no haya contraindicación. La ecografía representa la técnica de imagen más idónea para su seguimiento, debido a su escasa invasividad, su rentabilidad y la localización superficial del implante en la fosa ilíaca. Con la ecografía se consigue valorar la integridad del injerto, la viabilidad de las anastomosis vascular y urinaria, la perfusión y la aparición de las posibles complicaciones. Entre ellas se encuentran las colecciones (como hematomas, urinomas o linfoceles) y el compromiso vascular por estenosis de la arteria o trombosis de la vena renal. Conclusión La ecografía es la técnica de elección para la valoración del trasplante renal, por lo que el radiólogo debe estar familiarizado con los signos y hallazgos característicos para un correcto seguimiento y detección de complicaciones.