El diagnóstico de muerte encefálica en las técnicas de imagen. ¿Qué, a quién y cuándo? Más allá del signo del cerebelo blanco.

Resumen

Objetivo docente: -Conocer qué técnicas son de las que disponemos para el diagnóstico de la muerte encefálica. -Detallar las características técnicas de las exploraciones que van a jugar un papel importante, así como los hallazgos que encontraremos. -Determinar los criterios para seleccionar qué técnica es la mejor opción en cada caso y cuando está indicada la realización de las mismas. Revisión del tema. La muerte encefálica, desde hace décadas, es aceptada como la muerte del individuo, siendo reconocida como tal por la legislación de todos los países occidentales. Se requiere, primero, una exploración clínica exhaustiva y sistemática, por su trascendencia clínica, ética y legal, dejándose la elección del diagnóstico instrumental, como se define en la legislación española, a criterio médico. Electroencefalograma y Doppler transcraneal pueden llegar a ser insuficientes, y es entonces cuando se tornan básicas las pruebas radiológicas.  En nuestra experiencia, el TC multicorte en sus modalidades de angiografía y estudio de perfusión, y la arteriografía, son pilares solventes sobre los que apoyar el diagnóstico. Revisamos nuestra experiencia, aportando pictografía propia, para determinar qué valor añadido aportan estas herramientas en el diagnóstico de la entidad. Conclusión: Dada la importancia clínica y legal del diagnóstico de muerte encefálica, además de las herramientas clásicas, las pruebas de imagen, objetivas y reproducibles, aportan una información, muchas veces, definitiva.  Conocer las indicaciones, los detalles técnicos de cada exploración de imagen y los hallazgos, suponen una obligación para el radiólogo, que permite un apoyo integral para el diagnóstico de muerte encefálica.