Lesiones óseas que no hay que tocar

Resumen

Objetivo docente: Describir los hallazgos radiológicos de las lesiones óseas “no tocar” típicas, para poder identificarlas y evitar pruebas adicionales innecesarias y tratamientos quirúrgicos inapropiados. Revisión del tema: Las lesiones esqueléticas “no tocar” tienen unas características radiológicas típicas, por lo que deben ser reconocidas sin incluir diagnósticos diferenciales. Realizar más pruebas podría ser innecesario e inapropiado, como es el caso de las biopsias, que en ocasiones tienen dificultades para diferenciar la malignidad de la benignidad, por lo que pueden derivar en tratamientos quirúrgicos con las consecuencias negativas que esto comporta para el paciente. Estas lesiones pueden ser incidentales, aunque otras formas de presentación son la palpación de una masa o el dolor derivado de complicaciones como las fracturas patológicas. Generalmente la prueba de imagen principal es la radiografía simple, aunque la TC y la RM son pruebas de segunda línea que pueden aportar información adicional. Las podemos clasificar en tres grupos: lesiones postraumáticas, variantes anatómicas de la normalidad y lesiones que son claramente benignas. Conclusiones: El radiólogo juega un papel fundamental en el diagnóstico de las lesiones óseas “no tocar”, por lo que debe conocer sus características por imagen, para realizar un diagnóstico preciso y evitar procedimientos invasivos innecesarios que pueden tener consecuencias catastróficas para los pacientes.