INFECCIÓN DE PARTES BLANDAS (IPB). PUNTOS CLAVE PARA ANTICIPARNOS A LA NECROSIS.

Resumen

1. Objetivo docente    Revisaremos la anatomía y los hallazgos radiológicos diferenciadores de las distintas entidades que conforman la infección de partes blandas, clasificándolas según la extensión en profundidad del proceso infeccioso. Se destaca el papel del radiólogo no sólo diagnóstico sino también terapéutico mediante procedimientos intervencionistas guiados por TC/ecografía.   2. Revisión del tema El diagnóstico de la IPB generalmente es clínico e incluye un espectro de patologías que se clasifican atendiendo a la extensión en profundidad del proceso infeccioso. La fascia superficial y profunda son referencias anatómicas que nos van a permitir discernir entre celulitis, fascitis ó miositis y su afectación debe reflejarse en el informe radiológico. Las pruebas de imagen tienen utilidad para confirmar el diagnóstico, delimitar la extensión de la enfermedad y detectar complicaciones como abscesos u osteomielitis. La TC con contraste es la prueba diagnóstica de primera elección por su alta resolución anatómica y disponibilidad. La presencia de gas es un hallazgo específico de infección necrosante de partes blandas, aunque inconstante. Esta entidad es letal y el diagnóstico precoz un reto para clínicos y radiólogos.   3. Conclusiones El principal papel de las pruebas de imagen en las IPB reside en la valoración de la extensión del proceso infeccioso y la detección de complicaciones. También es de gran utilidad en el seguimiento de estos pacientes y como guía terapéutica de procedimientos intervencionistas. A pesar de ello, las técnicas de imagen NUNCA deben retrasar el tratamiento precoz de esta entidad por su alta morbimortalidad.